Carlos Andrés, es un niño de 2 años y medio, con una sonrisa capaz de iluminar todo el lugar, es el resultado de quince años de búsqueda de Carlos y Aida, quienes a través de un proceso de “Fecundación In-vitro” obtienen un embarazo múltiple y es solo Carlos Andrés quien al término del mismo los convierte en padres de un hermoso varón con cabellos rubios.
Durante el embarazo su madre se contagia de Rubéola, lo que trajo consecuencias médicas. A Carlos Andrés, le fue diagnosticado Encefalopatía Estática, Retardo Psicomotor, Laringomalacia y Reflujo Gastroesofagico, entre otras patologías.
Demasiadas palabras para tan pequeño cuerpo y muy pocas para el ímpetu con el cual el enfrenta junto a sus padres cada una de las situaciones que la vida le pone por delante.
Rodeado de mucho amor Carlos Andrés y su familia se preparan cada día para un nuevo milagro, Carlitos recibe fisioterapia, terapia de estimulación visual, hidroterapia, terapia ocupacional, orientación familiar y control médico multidisciplinario. Cada uno de sus descubrimientos y aprendizajes se convierten en brisa fresca de todos los días, actualmente Carlos Andrés es capaz de levantarse, gatear, jugar, comer, bailar, flotar en el agua, escuchar música con atención, reconocer la voz de sus seres queridos y robarse los corazones de todos a su alrededor
Consejo de mamá y papá: “Educarse”. Para ser buenos padres hay que educarse y documentarse, esto evita el famoso “ensayo y error” y prepara a las familias para asumir las lecciones que la vida nos tiene como padres.
“Si el cielo es de los niños, tengo un pedazo de cielo en mi hogar” Martin Valverde.
Psic. Andreina Castellano
@EquilibrioInfan
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